A medida que más usuarios de edificios se ven perturbados por la vibración mecánica y el ruido inducido por la vibración que se origina en los equipos mecánicos, el sector HVAC se ha vuelto más atento al diseño acústico de equipos e instalaciones mecánicas. Pero antes de investigar y compartir ejemplos de cómo se puede prevenir la vibración, echemos un vistazo a la definición y los efectos secundarios de la vibración.
En palabras simples, la vibración es un fenómeno mecánico donde las oscilaciones ocurren alrededor de un punto de equilibrio. En algunos casos, esto puede ser deseable, como en el caso de un movimiento de la cuerda de una guitarra, pero a menudo, la vibración es indeseable, ya que crea ruido e incomodidad no deseados. Los ejemplos típicos de vibración no deseada incluyen el movimiento vibratorio de motores, motores eléctricos u otros dispositivos mecánicos o equipos en funcionamiento.
En el contexto de HVAC, los sonidos se generan principalmente como resultado de la vibración de un equipo. Sin embargo, algunos tipos de vibración también pueden generar efectos de sonido que no son detectados por los humanos. Pero es importante saber que los efectos de sonido no detectados también pueden afectar la salud y el bienestar de los usuarios del edificio. Por lo tanto, la mejor manera de reducir el sonido, tanto detectable como no detectable, es limitar la vibración producida por los equipos mecánicos en primer lugar.
El equipo HVAC que está rígidamente unido a una losa, pared o techo puede transmitir vibración a la estructura de soporte y causar niveles altamente indeseables de ruido transmitido por la estructura. Este ruido puede viajar lejos e incluso puede extenderse por todo el edificio. Al igual que los equipos, las tuberías, los conductos y las canalizaciones pueden actuar como transmisores de ruido transmitido por la estructura si están conectados rígidamente a equipos vibrantes.
Junto al ruido no deseado, la vibración regular y recurrente puede causar otros problemas que pueden afectar al equipo, al edificio y a sus usuarios. Estas cuestiones incluyen, por ejemplo:
Aislando las fuentes de vibración de su estructura de soporte mediante el uso de dispositivos resistentes, por ejemplo, los aisladores son enfoque más eficiente para eliminar la vibración. Los aisladores vibroacústicos cuidadosamente seleccionados deben colocarse, siempre que sea posible, directamente entre la estructura de montaje y el equipo que produce vibraciones no deseadas. Los aisladores pueden absorber eficazmente hasta el 99% del exceso de vibración producida por el equipo.
Corregir un ruido o vibración puede ser mucho más costoso que abordar el desafío antes de la instalación del equipo. El costo de la corrección puede incluir el tiempo requerido para coordinar la investigación, los pagos directos al contratista de modernización y la posible compensación pagada a los usuarios del edificio que presentaron quejas. Por lo tanto, siempre debe tratar de prevenir los problemas de vibración y ruido en lugar de corregirlos. El costo adicional insignificante para la prevención (generalmente alrededor del 1% al 2% del costo total del sistema HVAC) es dinero bien gastado en comparación con la segunda mejor alternativa, que es corregir la situación existente.
En el portafolio de Walraven, puede encontrar una gama completa de aisladores vibroacústicos de goma y metal, de almohadillas, soportes y resortes antivibración para eliminar problemas de vibración en instalaciones de HVAC. Los aisladores también se pueden integrar fácilmente con otras fijaciones típicas de tuberías, soporte de raíles o suportación en cubiertas.
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